¿QUÉ MANTENIMIENTO NECESITA UNA BICICLETA ELÉCTRICA?
El mantenimiento de una bicicleta eléctrica es uno de los puntos más importantes de este tipo de vehículos, sobre todo porque una de sus grandes ventajas es que no resulta nada caro ni es complicado llevarlo a cabo.
Así, solamente se ha de prestar especial atención a los elementos diferenciadores de la misma, como la batería, el motor o los componentes del propio sistema eléctrico. Quitando eso, los cuidados que requieren son muy semejantes a los de una bici convencional.
Las e-bikes, como ocurre con las bicicletas tradicionales, necesitan lubricar los elementos mecánicos móviles habituales (piñones, cadena, cambios, etc.), comprobar el estado de los frenos y revisar regularmente la presión y el equilibrado de las ruedas.
De este modo, sea cual sea el tipo de bicicleta eléctrica y para hacerte la vida más fácil sobre el cuidado de estos componentes, a continuación te mostramos un pequeño listado de claves técnicas para aquellas piezas más delicadas. ¿Qué tal si nos ponemos manos a la obra?
5 consejos sobre el mantenimiento de una bicicleta eléctrica
Algunas claves para un correcto mantenimiento de una e-bike son las siguientes.
1. Baterías
El mantenimiento diario de las baterías de una bici eléctrica es esencial, dado que son uno de los componentes diferenciadores de la misma. Y es que si no se cuidan bien pueden descargarse con mayor rapidez y dejarnos tirados en medio de cualquier trayecto. Algunas recomendaciones a seguir son:
- Usar siempre el cargador del fabricante y conectarlo primero a las baterías y luego a la red. Al acabar, primero desconectar el cargador y después las baterías.
- Evitar que se descarguen totalmente, ya que si se quedan sin energía sus propiedades pueden verse afectadas.
- Prevenir el exceso de carga, pues solo se debe cargarlas durante el tiempo aconsejado, evitando que estén enchufadas más tiempo del necesario.
- Las temperaturas extremas son un gran enemigo para la autonomía. Si se usa en situaciones muy frías o muy cálidas, es mejor mantenerlas a temperatura ambiente para que recuperen su condición natural y que la carga se haga correctamente.
2. Sistema eléctrico
Los elementos que componen el sistema eléctrico (como el motor, el sistema antirrobo electrónico, los sensores, el controlador o el display, entre otros) están diseñados para proporcionar una vida útil prolongada.
Ahora bien, si surge algún fallo, se aconseja acudir siempre al servicio técnico y evitar cualquier tipo de manipulación para conseguir una correcta solución del componente que haya fallado, especialmente si la bici eléctrica todavía está en garantía.
3. Lavado
Aunque pudiera parecer irónico, el mantenimiento de una bicicleta eléctrica también incluye su limpieza. No hay inconveniente en mojar los componentes electrónicos, dado que están aislados y diseñados para aguantar perfectamente la humedad.
Ahora bien, se recomienda no usar sistemas de lavado con chorro a presión y extraer las baterías y proteger el controlador. Además, se puede dejar la e-bike secando al aire libre como ocurre con cualquier bicicleta tradicional.
4. Ruedas y frenos
Tal y como pasa con una bici convencional, se debe controlar periódicamente el estado de las ruedas y cambiar las cubiertas si presentan mucho desgaste o tienen algún tipo de deterioro.
Además, hay que controlar la presión de las mismas y mantener unos niveles adecuados al uso y al peso del usuario. También ha de comprobarse con regularidad el ajuste de los radios debido al peso de la e-bike.
Respecto a los frenos, es aconsejable prestar atención a la tensión de la maneta y ajustar los tensores, además de comprobar el estado de las pastillas o las zapatas en los modelos que lo incorporen.
5. Otros elementos
Entre los demás elementos que requieren cierta atención se encuentra el sistema de cambio, puesto que contar con el cambio de marchas ajustado es vital para circular sin problemas y sentirse a gusto encima de la e-bike. En el caso de que alguna marcha no entre bien o salte, habrá que tensar y ajustar el desviador trasero.
Ciertas bicis eléctricas, ya que tienen el motor en la rueda posterior, transmiten la potencia directamente a dicha rueda y componentes como la cadena, los piñones y el sistema de cambio se desgastan menos y necesitan poco mantenimiento.
Además, se aconseja realizar un mantenimiento sencillo consistente en apretar con regularidad los tornillos de las bielas de los pedales, la tija del sillín, el manillar y mantener bien fijado el transportín y el guardabarros, en aquella bici que lo tengan.
Siguiendo estos consejos sobre el mantenimiento de una bicicleta eléctrica se puede alargar la vida útil de la misma. Eso sí, siempre es recomendable acudir al servicio técnico para evitar quebraderos de cabeza.