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CONTAMINACIÓN Y ENFERMEDADES: UN PELIGRO REAL

EN CIUDADES, PERO TAMBIÉN EN NUESTRAS CASAS.
23/04/2024
Contaminación y enfermedades: un peligro real

La contaminación causa enfermedades. Es un hecho. De acuerdo con datos de laOrganización Mundial de la Salud (OMS), la contaminación es culpable de aproximadamente 7 millones de fallecimientos anuales a nivel global.

De ellas, 2,5 millones corresponden a enfermedades del corazón (25%) y 1,4 millones a ictus (24%). Así las cosas, la contaminación ambiental es considerada en la actualidad como el “nuevo tabaco” por los expertos.

Qué enfermedades son causadas por la contaminación

De acuerdo con José Luis Palma, vicepresidente de laFederación Española del Corazón, “el problema de la contaminación ambiental es tan preocupante que el simple hecho de respirar está comprometiendo seriamente nuestra salud. Se han estudiado hasta cien patologías distintas relacionadas con la contaminación, desde problemas bronquiales, enfermedad obstructiva crónica, asma, cáncer de pulmón, derrame cerebral, hipertensión, arteriosclerosis, enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson, el Alzheimer…”.

“Pero sobre todo tiene una acción directa sobre el aparato cardiovascular, de forma que, según los datos de los que disponemos, el 80% de la contaminación ambiental impacta sobre la salud cardiovascular (anginas, infartos, insuficiencia respiratoria…). En concreto, es responsable directa de 3,3 millones de muertes por enfermedades cardiorrespiratorias; 2,1 millones por ECV y 1,1 millones por ictus isquémico y/o hemorrágico. Esto representa la primera causa de morbilidad y mortalidad por delante de factores de riesgo cardiovascular tradicionales, como el tabaco, la obesidad, la diabetes o el colesterol alto”, añade Palma.

Cuáles son los principales contaminantes ambientales

Uno de los mayores contaminantes son las grandes ciudades a causa del tráfico y el óxido de nitrógeno que expulsan los tubos de escape, empeorando notablemente la calidad del aire.

Alrededor del 93% de la población mundial está expuesta a niveles detectables de contaminación del aire exterior producidos por el tráfico urbano, las calefacciones domésticas, la agricultura, el turismo, etc. Algunos de los principales agentes son:

enfermedades y contaminacion

Partículas en suspensión

Conjunto de partículas microscópicas, líquidas y sólidas que proceden de residuos vegetales y animales que flotan en el aire. Si bien no son visibles, es posible apreciar en muchas ciudades la famosa “boina de contaminación”.

Las micropartículas, aquellas que miden 2,5 micras o menos, son las que más afectan a la salud. Y el factor que más contribuye en la contaminación por partículas en suspensión es el tráfico, siendo el mejor indicador de la contaminación urbana.

Según José Luis Palma, “en estos estudios queda patente que los aumentos de micropartículas de  2,5 micras en el aire, incrementan el riesgo de morir por cualquier causa y, en especial, de fallecer por enfermedades del aparato circulatorio y cáncer de pulmón”.

Ozono

Es el componente fundamental de la niebla fotoquímica y se produce por la confluencia de otros aspectos contaminantes, como el dióxido de nitrógeno, partículas en suspensión, etc. Se da mucho en verano, debido a la humedad, el calor y el exceso de radiación solar.

Monóxido de carbono

Es causado por la combustión incompleta de combustibles que contienen carbono. Por ejemplo, en un aparcamiento los niveles suelen ser altos, lo que produce alteraciones en personas con malas condiciones cardiovasculares o causar algún episodio de angina.

Esto se produce por la transformación de la oxihemoglobina en sangre a carboxihemoglobina, que es lo que pasa si escuchamos que alguien ha muerto intoxicada a causa de una mala combustión de una estufa, por ejemplo.

Óxidos de nitrógeno

Es uno de los más importantes porque las autoridades sanitarias lo tienen en cuenta para elevar la alerta de altos niveles de contaminación y limitar el tráfico en las ciudades, siendo el principal emisor de este componente.

Los vehículos diésel sin catalizadores selectivos son los que emiten más material particulado y de menor tamaño. Así, las medidas referentes a la reducción y restricción del tráfico son las soluciones más inmediatas.

Dióxidos de azufre

Se trata de la combustión de materias que tienen azufre, como plantas industriales, motores diésel, calcinación de sulfuros metálicos, etc. De hecho, los días en los que se registran altas concentraciones de dióxido de azufre se incrementan las hospitalizaciones por eventos cardíacos agudos y de la mortalidad.

Contaminación, también en el hogar

Nuestros hogares también acumulan una alta concentración de contaminantes perjudiciales para la salud, los conocidos como compuestos orgánicos volátiles (COV).

Son componentes químicos que tienen carbono y su concentración es diez veces superior en el aire interior que en el exterior.

Esto es producido por malas ventilaciones, combustiones de estufas o, incluso, a los ambientadores y velas perfumadas.

Así las cosas, en la lista de contaminantes en el interior de los hogares se incluyen los siguientes:

 

  • Ropa lavada en seco.
  • Repelentes contra insectos, ambientadores de hogar, etc. Estos pueden tener compuestos orgánicos volátiles y benceno que pueden ser liberados con la fragancia cuando se usan.
  • Los fogones de gas y el proceso de cocción en sí pueden generar humo y olores al aire.
  • Los productos de limpieza, como los desinfectantes, pueden contener benceno y emitir vapor y olores.
  • Las chimeneas y estufas de madera pueden generar partículas nocivas en la combustión.

 

En palabras de Palma, “los efectos pueden ser agudos (cuando percibimos el olor y aparecen poco después de la exposición), que pueden provocar tos, congestión ocular, erupción cutánea; y crónicos (incluida la enfermedad arterial coronaria, el cáncer de garganta y pulmón; y algunos problemas respiratorios como la disnea y el asma”.

Además, hay personas más propensas que otras, como quienes sufren diabetes, hipertensión, obesidad, fumadores, mujeres embarazadas, etc.

Visto lo visto, está claro que la contaminación y las enfermedades van de la mano y que todos, en la medida de lo posible, debemos poner nuestro granito de arena para ello.

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